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Las naranjas de Valencia son conocidas en el mundo entero por su exquisitez. Pero, al comerlas, no solo debes tener en cuenta su extraordinario sabor, sino también todas las propiedades que proporcionan a nuestro organismo. Es posible que tu primer pensamiento te lleve al zumo de naranja durante el desayuno; ¿sabías que una naranja entera es mucho más saludable?
El zumo de naranja, fuente de vitamina C
La naranja es conocida como una de las frutas que contiene un alto contenido en vitamina C. Esto hace que muchas personas elijan iniciar el día tomándose un zumo de esta rica fruta. Parece ser el acompañamiento perfecto a un desayuno completo.
Si tienes en cuenta que una sola pieza de estas frutas contiene el 65 por ciento de vitamina C diaria recomendada por los médicos, poco más necesitas para mantener a tu cuerpo saludable.
Cuando haces zumo, otorgas muchas propiedades a tu cuerpo. Facilitas el tracto urinario, eliminando toxinas y mineralizándote. También aportas beneficios hacia el torrente sanguíneo, favoreciendo la circulación y estimulas las células por su efecto antioxidante.
La parte menos buena de tomarte en zumo la naranja es que, al ser líquido, los azúcares de la fruta pasan directamente al torrente sanguíneo. En cambio, cuando decides ingerirla entera, al ser un sólido, tu cuerpo necesita más tiempo para asimilarla, logrando que los azúcares se distribuyan de forma más lenta, favoreciendo así una mayor energía para todo el día.
Son muchas las ventajas de evitar el zumo, en favor de comer la pieza completa. Verás a continuación por qué es recomendable comer una naranja entera en vez de exprimirla, a pesar de que en ambos casos estés disfrutando de grandes propiedades.
Haz un desayuno sano con una naranja entera
Es el momento de analizar todos los beneficios que te puede aportar una naranja diaria, sobre todo si decides comerla entera. Te sorprenderá cómo actúa sobre el organismo y por qué es considerada como una medicina natural por los expertos en naranjas.
Teniendo claro que es una fuente indiscutible de vitamina C, la naranja tiene muchas ventajas para nuestra salud, especialmente si decidimos consumirla entera. Pero, antes que nada, es preciso analizar los efectos de esta vitamina en nuestro cuerpo.
Los efectos de la vitamina C
Para comenzar, debemos destruir un mito con respecto a los refriados. La vitamina C no impide resfriados, como a veces hemos podido pensar. Sí es cierto que aporta una mayor defensa en nuestro organismo. En este sentido, si estás resfriado y comes naranja, conseguirás recuperarte antes de tu malestar.
Existen evidencias de los efectos de la vitamina C sobre el cáncer. Obviamente, su consumo prolongado no va a curar esta enfermedad, pero ayuda eficientemente a prevenirla y/o retardarla.
Por otro lado, aporta una mejor calidad en nuestros huesos y en la circulación sanguínea, ya que colabora directamente en la creación de glóbulos rojos, además de la formación de colágeno. En conjunto, te ayuda a mantener tus huesos sanos, incluyendo las piezas dentales.
Esta vitamina es, además, adecuada para una mejor disminución del hierro. Esto resulta perfecto para aquellos que padecen de anemia ferropénica.
Es perfecta también para cuidar tu piel, ya sea por los efectos que produce en el interior de tu organismo, como en su aplicación externa.
Ten en cuenta que la vitamina C es solo uno de los componentes de esta deliciosa fruta. Al comértela entera te beneficiarás de sus otras propiedades.
Los efectos de la fibra en cada gajo
Es muy probable que muchos de nuestros pequeños rechacen la piel que recubre cada gajo de la naranja y prefieran el zumo a comerla completa. Precisamente, es en la piel donde está la fibra, que ayuda a la flora intestinal.
Sus efectos depurativos consiguen que elimines aquellas sustancias inservibles para el organismo. En ellas se suelen alojar microorganismos, muchas veces culpables de determinadas enfermedades.
A su vez, con la ayuda de los minerales que contiene, consigue que tengas siempre una buena digestión, manteniendo saludable tu estómago, desinfectándolo de posibles enfermedades gastrointestinales.
El poder de los flavonoides y el beta-caroteno
Los flavonoides y el beta-caroteno, unidos a la vitamina C, son un potente antioxidante, permitiendo que tus células estén más sanas, a la vez que previenen el envejecimiento de las mismas. Estos componentes de la naranja ayudan en todo el funcionamiento del cuerpo, interviniendo en la prevención de enfermedades cardiacas.
También consiguen retrasar los efectos de las enfermedades degenerativas, tales como las cataratas, la pérdida de visión, la sordera o la hipertensión.
Si eres de presión alta, estás de enhorabuena, ya que las propiedades que estamos tratando aquí son muy adecuadas para bajar el denominado colesterol malo (LDL).
El antidepresivo natural
Si aún te falta un punto más para animarte a comer una naranja entera, este te va a sorprender. Es normal que esta fruta cítrica actúe sobre estados depresivos, además de ser un relajante frente al estrés.
Su alto contenido en minerales, como el magnesio, que a niveles bajos podría conllevar problemas inmunológicos, y el azufre, que interviene en el crecimiento de las uñas y el pelo, consigue que nos sintamos mejor.
Además es conocida su riqueza en oligoelementos, que parecen repercutir directamente en nuestro estado emocional.